La pareja está muy bien, cuando de repente, sin que la mujer se lo espere, el hombre se encierra, se va a un rincón de la casa y se aísla. Ella intenta averiguar qué ha pasado, pero él dice que no es nada. Ella sigue insistiendo, al fin y al cabo, hasta hace unos minutos él estaba sonriendo y ahora tiene esa caraUn millón de hipótesis pasan por su cabeza: ¿le ha dicho algo ofensivo? ¿Le oculta algo?

La tensión se vuelve insoportable y ella empieza a exigirle que le cuente lo que pasa, porque, como es su mujer/novia/prometida, tiene que saberlo. Él se irrita mucho con esta insistencia y, antes de que se den cuenta, los dos se están gritando. Él se aleja, ella puede ponerse a llorar en un rincón y, si la cosa va en serio, incluso puede irse de casa para estar realmente solo.no puede evitar pensar en lo maleducado que es y en que no la respeta.

Pero, ¿qué ha pasado aquí?

Si esta escena te resulta familiar y te ha estado ocurriendo con frecuencia, es importante que lo sepas ahora: probablemente no estaba ocurriendo gran cosa. Todo era una ilusión de tu cabeza femenina. Sí, los hombres y las mujeres reaccionan de forma diferente ante las situaciones y es necesario que ambos respeten y comprendan estas diferencias.

Sí, los hombres y las mujeres reaccionan de manera diferente ante las situaciones y es necesario que ambos respeten y comprendan estas diferencias.

Para entenderlo mejor, cuando un hombre se siente avergonzado, inseguro, molesto o nervioso, tiende a retirarse y aislarse. Es su forma de enfrentarse a lo que le ocurre. No es natural que un hombre se siente al lado de su mujer y empiece a desahogarse de todo lo que siente. Quiere estar seguro de que puede manejarlo solo y para ello necesita estar en silencio, relajado, haciendo cosas quedistraerle mientras piensa en su situación.

La mujer, en cambio, cada vez que tiene un problema, quiere que la escuchen, que la cuiden, que la protejan. Muchas veces el hombre oye este arrebato como una avalancha de críticas, incluso porque quiere ver bien a su pareja. Y como ella está ahí, quejándose ante él, de alguna manera se siente responsable y culpable, lo que tiende a avergonzarle.

Siguiendo el mismo razonamiento, el hombre que no quiere que su pareja se sienta mal por él se aísla, haciendo ver que el problema no es ella. De hecho, se sentirá mejor si, mientras él está en su silla, ella se divierte, hace algo que le gusta, porque se liberará de una culpa más, la de no prestarle la atención que se merece.

Pero, ¿por qué se desespera una mujer cuando un hombre se aísla? Porque como ella necesita verbalizar lo que siente y esto es exactamente lo que él no hace, no entiende realmente lo que está pasando y esto la hace agonizar cada vez más. ¿Cómo puede enfrentarse a algo que desconoce?

En esos momentos realmente necesitamos conocernos más hasta el punto de confiar y dejarnos llevar.

Así que la próxima vez que tu hombre se esconda, déjale. Si te responde que "está bien y no hay ningún problema", es señal de que puedes volver a tus tareas. Quién sabe, quizá se sienta tan bien de que le respetes que hasta te confiese algún que otro pensamiento que le aflige, pidiéndote tu opinión...