Algunos amigos son tan íntimos, forman parte de nuestra vida cotidiana de un modo tan natural y parecen miembros de nuestra familia. Aunque no sean "sangre de nuestra sangre", ciertas personas nos parecen conocidos de antaño, una simpatía gratuita brota y se instala.

El amigo está a nuestro lado para compartir momentos únicos y convertirlos en inolvidables. Al fin y al cabo, ¿no es mucho mejor presenciar una hermosa puesta de sol teniendo a alguien especial a nuestro lado para compartir esa visión? En ciertos momentos el amigo se convierte un poco en padre y madre, dando consejos, tirándonos de la oreja, cuidando de nosotros... En otros momentos estamos más en igualdad de condiciones y tenemos una relación casi dehermanos: hablamos, soñamos, luchamos, nos abrimos a pensar y resolver, disfrutamos, corremos detrás, compartimos.

Parte de la familia

Estas personas especiales no sustituyen a los miembros de tu familia, sino que se convierten en una extensión de tus lazos de amor, ampliando tu noción de familia y hermandad. A veces acaban formando parte de la propia familia. Es ese amigo-hermano que consigue un lugar en el regazo de una segunda madre y tiene un asiento cautivo en los eventos familiares. Amigo-hermano que ya no siente vergüenza de abrir la nevera de casa si estáSabe los cumpleaños de los miembros de su familia, conoce el estado de ánimo de la gente de la casa. Está atento a las nuevas situaciones y estará ahí cuando sea necesario. Está ahí para las conquistas y también en los momentos de dificultad. Está ahí para el silencio y también para las largas conversaciones.

Un regalo de enorme valor, hay que subrayarlo. Una verdadera amistad es un gran tesoro que aporta más humanidad a nuestras vidas. Quien tiene un amigo-hermano tiene más que compañía, tiene un compañero.

Hay un vínculo que supera la existencia o no de lazos de sangre, es la hermandad de valores, de ideales, un sentimiento sincero de arraigo por la felicidad del otro. Incluso podemos decir que el amigo es un hermano que la vida nos da la oportunidad de elegir. Por otra parte, la amistad, al ser una forma de amor, no es realmente una elección. Sucede y lo reconocemos, es un regalo de la vida que elegimos aceptar.

Aumentar nuestra familia a través de los lazos del corazón es también aumentar la posibilidad de sentirnos a gusto y en casa junto a más personas a lo largo de nuestro viaje por la vida.