Astrónomos de Minnesota (EE.UU.) han afirmado que la precesión de los equinoccios ha modificado la alineación de las estrellas y, en consecuencia, los signos del zodíaco. Sin embargo, es importante aclarar que existe una diferencia entre constelaciones y signos. Las primeras se mueven en la esfera celeste y pueden cambiar de lugar, pero los signos son fijos.

Para que lo entiendas mejor, imagina que desde la Tierra se proyecta una franja circular dividida en doce sectores iguales. Esto es lo que astrológicamente llamamos "signos zodiacales". Los signos, para la Astrología, son geométricos. Pero como algunas constelaciones celestes tienen el mismo nombre que los signos astrológicos, mucha gente se confunde y piensa que signos y constelaciones son lo mismo.

Por esta razón, su signo no ha cambiado, precisamente porque nunca ha sido una constelación. Los signos de la Astrología son trópicos y no constelaciones.

Su signo no ha cambiado, precisamente porque nunca ha sido una constelación. Los signos de la Astrología son trópicos y no constelaciones.

Decir que alguien es ario, por ejemplo, no tiene nada que ver con el hecho de que esa persona haya nacido cuando el Sol atravesaba la constelación de Aries. Lo que ocurre es que, en ese nacimiento, el Sol atravesaba la zona geométrica que, para la Astrología, corresponde al signo de Aries.

Aunque estas informaciones rompan el romanticismo de una noche estrellada, es necesario comprender que la constelación y el signo astrológico de Aries son dos cuestiones completamente diferentes. De esta forma, ya sabrá la respuesta cuando lea por ahí que su signo ha cambiado o cuando se encuentre con personas que creen que la Astrología utiliza signos equivocados.