"Y, de hecho, no podemos negar que es muy fácil culpar a alguien o a algo de las situaciones (sobre todo las desagradables) que nos ocurren en la vida.

Hacer recaer la responsabilidad en algo exterior nos proporciona un alivio momentáneo. Pero, ¿nos aporta este alivio crecimiento? ¿Y crees que merece más la pena un alivio momentáneo o realmente progresar en el camino evolutivo de la conciencia?

La autorresponsabilidad, por muy desafiante que sea, tiene el poder de traernos la semilla del desarrollo. Al fin y al cabo, es prácticamente imposible que logremos evolucionar sin asumir la responsabilidad de nuestros actos. Es necesario aceptar y asumir los desafíos del nivel actual en el que nos encontramos.

¿Echar la culpa a los demás? considerar las situaciones como un juego

Para hacerlo más fácil, imaginemos un juego en el que tenemos que avanzar de casa en casa hasta llegar al final (que está representado por la propia energía del amor constante y la armonía en nuestras vidas). En este juego, cada casa representa un nivel de conciencia y la regla dice que la única forma de salir de una casa y avanzar a la siguiente es absorbiendo el aprendizaje de la casa en la que estamos,Así, caminaremos paso a paso hacia la meta final, es decir, ¡la liberación!

Por ejemplo, podemos imaginar que el momento de la vida que estamos atravesando exige aceptación. Esto significa que mientras no desarrollemos esta aceptación seguiremos "sufriendo" en el duro proceso de aprendizaje. A partir del momento en que aceptemos, podremos dar un paso adelante en el juego y en nuestro viaje evolutivo.

Visualizando este juego y haciendo una relación con nuestra vida, podemos entender que las situaciones suceden para mostrarnos en qué casa/nivel de conciencia estamos. Si profundizamos un poco más, podemos darnos cuenta de que algunas situaciones sólo se repiten en nuestra vida cuando aún no hemos aprendido lo que tienen que enseñarnos. Cuando este aprendizaje es asimilado, ¡qué maravilla!Avanzamos una casa y podemos avanzar un nivel más en el viaje del amor o la armonía.

La autorresponsabilidad es una poderosa llave para dar un paso más en este juego, porque trae consigo la verdad. Sólo cuando asumimos dónde estamos y pasamos por lo que tenemos que pasar, puede darse la integración. Mientras nuestros miedos, vergüenzas y culpas nos alejen de lo que la vida tiene que enseñarnos, nos será muy difícil avanzar en el camino del amor.

La autorresponsabilidad genera transformación

Sin esta llave maestra es imposible que progresemos, porque siempre habrá una distracción, una propensión a culpar a algo o a alguien de fuera. La autorresponsabilidad nos permite mantenernos centrados, trae consigo la semilla de la madurez. Sólo así podremos mirarnos nuestro propio ombligo y enfrentarnos a nuestra "sombra" con integridad, asumiendo nuestras imperfecciones.

Cada dificultad lleva en sí misma la semilla del desarrollo y depende de nosotros encontrar esa semilla. Para iniciar esta búsqueda es necesaria la autorresponsabilidad, pues de ella brotará la voluntad de cambio. Una vez despertada la voluntad, comienzan a aflorar toda una serie de virtudes: paciencia, determinación, equilibrio, fe, justicia, entre otras.

La autorresponsabilidad te aporta la posibilidad real de transformación, porque aceptas lo que llama a tu puerta. Y es mirando de frente a las situaciones como conseguiremos cambiar viejos patrones por nuevos hábitos, virtuosos y buenos.

Bendita sea la virtud de la autorresponsabilidad, para que despierte en cada uno de nosotros.