Es posible que conozca la cromoterapia, una terapia en la que se utilizan los colores para establecer el equilibrio y la armonía en el cuerpo, la mente y las emociones. Pero lo que quizá no sepa es que puede utilizar toda la energía de los colores en el diseño de un mandala.

Mandala es una palabra sánscrita que significa círculo. Cada mandala crea un intenso campo de energía y magnetismo, en el que trabajando los colores podemos buscar el autoconocimiento, el bienestar, el equilibrio y la relajación.

Si miramos a nuestro alrededor, podemos encontrar mandalas por todas partes, en las flores, en las conchas, en las estrellas, en frutas como un kiwi o una naranja, por ejemplo. Haz un ejercicio y observa todo lo que te rodea, las formas de mandala están por todas partes.

En Oriente, los tibetanos creen que el mandala aporta el conocimiento para alcanzar la iluminación en esta vida, mientras que el color representa un estado de ánimo y aporta al individuo un significado para ese momento de su vida.

¿Qué colores necesita en este momento?

Muchos estados emocionales se manifiestan en los colores de un mandala, mediante el trabajo de observación, meditación o pintura del propio mandala. Traemos a nuestra conciencia respuestas a nuestras preguntas o calmamos nuestra mente, mejorando así estados de ansiedad y estrés.

Muchos estados emocionales se manifiestan en los colores de un mandala

¿Y cómo conseguir un mandala o incluso dibujar uno y saber qué colores necesitas en este momento de tu vida? Puedes aprender a dibujar y pintar un mandala a través de un curso, buscar imágenes de mandalas en libros o sitios en Internet o comprarlos en tiendas de productos indios o esotéricos.

La forma de colorearlo depende de ti: con lápices de colores, bolígrafos de colores, ceras o incluso con programas informáticos, si eres hábil. Te darás cuenta de que es como volver a ser un niño, jugando con formas y colores.

Si compraste el mandala o lo creaste, anota los significados de los colores que te llamaron la atención en el momento de la compra o que utilizaste para colorearlo:

1. Rojo: Es el color de las conquistas, las pasiones y la sexualidad. Cuando el color rojo está en un mandala, hay que utilizarlo bien, ya que puede provocar sueño o irritación.
2. Amarillo: El amarillo es activador y dinámico, actúa sobre los procesos mentales, elimina las ideas fijas y aumenta la capacidad de razonamiento, es el color de la inteligencia, el estudio y la creatividad.
3. Naranja es reconstituyente y regenerador, aporta la recuperación tras un proceso destructivo y la capacidad de rehacer lo que no está bien. Es el color del coraje, la reconstrucción y la superación.
4. Verde: El verde mejora cualquier estado físico negativo y energiza el cuerpo y el alma. Cuando un mandala tiene el color verde, sus vibraciones son siempre energizantes y, a cualquier nivel, es beneficioso para todos.
5. Azul: Aporta equilibrio, paciencia, armonía y serenidad, calma el cuerpo y la mente. Ayuda en casos de insomnio y estrés.
6. Indigo: actúa sobre el equilibrio energético, la intuición, la protección, la limpieza y la purificación de los ambientes.
7. Violeta o Lila: El violeta actúa sobre las personas espiritualmente desequilibradas, incrédulas y sin conexión con las fuerzas divinas. Cuando un mandala tiene el color violeta o lila, limpia y aísla los ambientes en los que se encuentra.
8. Rosa: trabaja el afecto, el amor, la armonía, la unión, ayuda a equilibrar las relaciones personales y profesionales.

   ¿Qué beneficios puede aportar un mandala? Como has visto más arriba, son muchos, dependiendo de los colores elegidos: capacidad de concentración, creatividad, reducción de la ansiedad y el estrés, equilibrio físico y emocional, mejora de la autoestima, entre otros.

   Ver también: La soledad en dos: ¿por qué se produce?