¿Relación abierta o exclusividad?

Douglas Harris 29-10-2023
Douglas Harris

Vivimos en una época de múltiples posibilidades cuando el tema son las relaciones de pareja. Hemos dejado atrás la ilusión de los príncipes azules, en la que se daba por sentado que las parejas sólo tenían ojos el uno para el otro y no deseaban otras experiencias amorosas o sexuales. La sociedad actual tiende a abrazar un perfil más realista del ser humano: las personas sí desean a otras que no son necesariamentesus propias parejas y fantasean con mantener relaciones sexuales con su vecino o compañero de trabajo.

Algunos incluso se arriesgan a "saltar la valla" para ver cómo se sienten, aunque no estén atravesando ninguna crisis matrimonial. Estos deseos secretos, de hecho, siempre han existido. Y, después de todo, ¿asumir una relación exclusiva es hoy en día algo cursi? ¿Es posible tener una relación fiel y feliz?

¿Qué es el poliamor?

Hay grupos que apuestan por el poliamor, que es la vivencia de varios afectos y relaciones sexuales simultáneamente. A veces acaban descubriendo que cuando dos del grupo se enamoran, es difícil mantenerse dentro de las normas de convivencia de este modelo de relación. La pasión es un sentimiento exigente que no suele permitir que nadie más que ellos dos participe en esta aventura de sentimientos explosivos.

¿Qué significa relación abierta?

Otra alternativa es la relación abierta, en la que los miembros fijos de la pareja son libres de estar con otras personas sin que esto se perciba como una traición. En este caso, cada pareja tiene sus propios acuerdos privados.

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Cuando no nos percibimos como individuos, creemos que somos una extensión del otro para validar una relación

También hay quien prefiere no tener pareja fija, optando por no liarse con nadie y salir con quien quiera y cuando quiera, porque esa sensación de libertad es muy valiosa. Son personas que creen que una relación aprisiona o quienes se dan cuenta de que no están hechos para cumplir acuerdos.

La exclusividad no es propiedad

¿Por qué a veces parece tan difícil permanecer en una relación de sólo dos personas?

Lo que puede hacer indeseable una relación exclusiva es el sentimiento de posesión sobre el otro. Se trata de un concepto erróneo que cosifica a la pareja y hace árida la relación, ya que sugiere que el otro es una extensión de los propios deseos.

Cuando no nos percibimos como individuos, creemos que somos una extensión del otro para validar una relación, y tendemos a perdernos.

Existe la creencia de que hay que pensar igual, tener los mismos gustos, el mismo ritmo para el sexo... Si eso no ocurre, surgen dudas sobre si es la persona con la que quieres vivir.

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Es importante ser consciente de que ninguna relación nace preparada. No es posible tener una relación duradera partiendo de la base de que "si no funciona, basta con romper", como si "basta con romper" fuera algo pacífico y sin contratiempos.

Por supuesto, si se trata de algo insostenible, el camino menos doloroso es la separación. Pero empezar una relación contando con que eso ocurra es bastante cuestionable desde el punto de vista de la intención de permanecer en esa relación. Si ante cada dificultad la solución fuera "rompamos", no habría parejas largas. Por no hablar de que las amenazas de ruptura sólo aportan inseguridad y debilitan la pareja,en lugar de consolidarla.

Una magia llamada individualidad

Construir una relación sólida no es tarea fácil. Requiere, ante todo, respeto por la individualidad. Pero, ¿qué significa esto? ¿No preocuparse por lo que hace el otro cuando ambos no están juntos? ¿Pasar por alto los planes de la pareja para favorecer un plan personal? ¿Dejar que los deseos personales tomen la delantera en la relación? ¡No del todo!

El respeto a la individualidad de la pareja empieza por el respeto a uno mismo. Percibirse como un ser completo y no como "la mitad" del otro es fundamental para que la relación exista, para que nadie se pierda intentando ser quien es no sólo para complacer al otro, o esperando que la persona amada haga lo mismo.

Si no complaces al otro por ser quien eres, no eres con quien le gustaría estar. Si crees que el otro debería ser diferente de quien es, no eres con quien le gustaría estar.

Que cada uno haga lo que le gusta proporciona un "respiro" necesario y saludable en la relación

Unirse a alguien imaginando que esa persona cambiará con el tiempo para satisfacer a tu pareja ideal es el camino más corto y seguro hacia la frustración, porque nadie cambia sólo porque creamos que debería hacerlo.

Por otro lado, hay que tener cuidado de no descuidar la relación con el pretexto de enarbolar la bandera de la individualidad. Es posible tener proyectos personales sin perder de vista la relación. Para ello, existen acuerdos que pueden hacer que esta trayectoria sea lo más armoniosa posible.

Relación exclusiva y duradera: paso 1

Por supuesto, nadie es perfecto y, aunque pueda parecerlo en los primeros meses, surgen varias características que demuestran que es necesario ceder, adaptarse y, sobre todo, respetar.

Si los rasgos de personalidad que surgen con el tiempo no violan sus valores fundamentales, merece la pena seguir invirtiendo en la relación. Pero si surgen comportamientos inaceptables -como la agresividad y la ausencia de valores éticos o morales, por ejemplo-, sepa que luchar por transformarlo sólo le hará enfrentarse a una lucha inútil, agotadora y frustrante, que sólo conduce aEs hora de pararse a reflexionar sobre qué quieres exactamente de una relación: ¿peleas constantes o paz?

Paso 2: voluntad de llegar a acuerdos, ¡y cumplirlos!

En segundo lugar, es necesario estar dispuesto a establecer acuerdos -¡y a cumplirlos! Desde cosas aparentemente triviales, como limpiar la casa, hasta otras que requieren mucho trabajo de reflexión, como tener o no tener hijos, la planificación financiera, comprar o no una propiedad... ¡Los acuerdos son fundamentales!

La pareja es una unidad que trabaja por objetivos comunes

En este tema se incluyen los encuentros con amigos, cada uno con lo suyo, y las actividades personales, como cursos, práctica de deportes, etc. A ti te puede apasionar hacer ejercicio y a tu pareja leer. Que cada uno haga lo que le gusta proporciona un "respiro" necesario y saludable en la relación.

El cuidado que hay que tener aquí es no olvidar que tienes un compromiso de vivir en pareja para no correr el riesgo de que la relación se convierta en sólo dos personas compartiendo el mismo espacio, cada una viviendo su propia vida sin planes comunes. Hay tres "entidades" a tener en cuenta: tú, tu pareja y la pareja.

La pareja es una unidad que trabaja por objetivos comunes, que se complace en ser pareja, pero que no pierde de vista que esa "entidad de pareja" está formada por dos personas enteras.

Tercer paso: comprender nuestra humanidad

En tercer lugar, no hay que hacerse la ilusión de que, porque la relación se construya sobre la exclusividad, el interés sexual por otras personas no existirá. Sentirse atraído por alguien que no es tu amor es absolutamente normal y humano. Incluso porque nadie elige sentirse atraído, simplemente ocurre. Pero entre sentirse atraído y entregarse al deseo hay una gran distancia.

Tenéis un acuerdo, tenéis complicidad, tenéis objetivos, os respetáis, os queréis, vivís en armonía... Todo esto significa construcción. Construir una relación exige tiempo, dedicación y crecimiento conjunto. Decir no a un deseo sexual para no comprometer una relación que pretende ser sólida ¡no es ninguna tontería! Es madurez y respeto a las bases sobre las que se asienta vuestra relación.

Lo más importante es reflexionar sobre que no estás renunciando a una aventura sólo por respeto a tu pareja, sino fundamentalmente por respeto a ti mismo, a lo que quieres para tu vida y a la elección que has hecho.

Sentirse atraído por alguien que no es tu amor es absolutamente normal y humano

No debería ser porque "puedo cobrar la exclusividad si me mantengo fiel", sino porque "reconozco que tener una relación exclusiva me hace sentir segura, leal, porque disfruto de la vida que he elegido vivir en pareja". No hay nada cursi ni anticuado en cuidar y disfrutar de una relación exclusiva.

Pequeños finales, sorprendentes comienzos

Con el paso del tiempo nos transformamos y maduramos, cada uno a su tiempo. Lo mismo ocurre con la pareja... Las famosas "crisis" suelen ocurrir cuando hay un pequeño desacuerdo en esa maduración individual. Surgen algunas inseguridades hasta que el otro puede (o no) alcanzar también otro nivel de madurez. La pareja puede volver a estar en armonía y darse cuenta de que el pequeñoLos finales dan paso a sorprendentes nuevos comienzos.

Douglas Harris

Douglas Harris es un astrólogo y escritor experimentado con más de dos décadas de experiencia en la comprensión e interpretación del zodíaco. Es conocido por su profundo conocimiento de la astrología y ha ayudado a muchas personas a encontrar claridad y comprensión de sus vidas a través de sus lecturas del horóscopo. Douglas tiene un título en astrología y ha aparecido en varias publicaciones, incluidas Astrology Magazine y The Huffington Post. Además de su práctica de la astrología, Douglas también es un escritor prolífico, autor de varios libros sobre astrología y horóscopos. Le apasiona compartir sus conocimientos y puntos de vista con los demás y cree que la astrología puede ayudar a las personas a vivir una vida más plena y significativa. En su tiempo libre, a Douglas le gusta caminar, leer y pasar tiempo con su familia y sus mascotas.