Las excusas suelen ser las mismas: ahora no tengo tiempo, la semana que viene organizaré mi agenda y veré si me cabe, el mes que viene me tomaré un tiempo libre y resolveré esto, el año que viene será más fácil cuando termine este y aquel otro proyecto, cuando los niños crezcan un poco más, cuando los niños salgan del colegio, cuando me jubile...".más tarde.

Gastamos todas nuestras pilas en trabajo, obligaciones, tareas, compromisos -lo que tenemos que hacer, claro-, pero luego no recargamos nuestras energías ¡Ese es el problema! Y tú, ¿estás recargando tus energías? Sí, comer y dormir forman parte de la recarga, pero últimamente ni siquiera este campo se emplea de forma saludable en nuestras vidas.

La vida se combina con el placer

¿Dónde está el placer en tu vida? Es un elemento esencial para el equilibrio de nuestras fuerzas. Y se puede experimentar en las cosas más pequeñas. Por ejemplo tenemos los llamados hobbies, o trayendo al portugués: ¡actividades de ocio que entran en tu rutina por el simple hecho de ser placenteras! El buen hobby de toda la vida que, como su nombre indica, tiene la misión de dejar pasar el tiempo, sin rigorismo, al ritmoocio suave y agradable.

Una afición placentera puede ser cantar, ya sea apuntándose a una clase de canto o a un coro, o en momentos cotidianos mientras se ordena la casa, se toma un baño, se organizan ideas... Para algunas personas lo mejor sería una actividad física, placentera y que no suponga un compromiso rígido: remar, montar en bicicleta, bailar, pasear entre los árboles, nadar, hacer estiramientos... Hay formas de hacerDe este modo, las mismas actividades también nos ayudan a conectar con los demás, a ampliar nuestras relaciones humanas... ¡y a recargar aún más nuestra energía! Hacer actividad física en grupo también nos motiva para seguir adelante.

La dosis justa de diversión

Realizar trabajos manuales puede ser otra alternativa: coser, bordar, modelar, pintar. Ver nuestras manos creando algo nuevo nos proporciona un reencuentro con nuestro potencial creativo. ¿Has probado alguna vez a ir a la cocina, no a hacer el arroz con judías de siempre? Encontrar tiempo para degustar los sabores alquímicos de la transformación culinaria, aventurarse en especias, manjares, nuevas texturas, esto sin tiempomarcado, sin obligación, sólo por el placer de crear.

Visitar librerías y bibliotecas, conocer otras perspectivas sobre las mismas cuestiones de la vida en la palabra escrita. La lectura también puede convertirse en un pasatiempo más diferenciado: ¿qué tal crear un club de lectura con los amigos? Puede ser una reunión de vez en cuando en la que todos se presten libros o incluso ponerse todos de acuerdo para leer el mismo libro y reunirse para charlar sobre laleyendo impresiones, ¿has pensado en eso?

Reflexiona sobre tus gustos y encuentra una afición que sea como tú, que encaje con tu experiencia de placer y bienestar. Lo que funciona para unos puede no ser placentero para otros, pero no hagas de esto una excusa más para postergarlo. Reflexiona ahora mismo y haz algún movimiento para dedicarte a alguna actividad nueva o para rescatar del pasado esa afición que te hizobien, o incluso la que soñabas con hacer pero nunca pudiste por mil y una excusas.

Encuentra tiempo para ti, llenándote de nueva energía para que luego puedas ocuparte de esas otras tareas importantes. De momento, es hora de darte un capricho dejando pasar el tiempo, ¡teniendo el placer y el ocio como compañía!